Seguí tomando fotos, y en noviembre incluso grabé un video de Live Session. Terminé el año con ese proyecto y tomando fotos de las graduaciones de algunos amigos.
Al terminar el año comencé a preguntarme cuál sería el siguiente paso para mí. Aunque estaba disfrutando la fotografía como no lo había hecho antes y encontrando nuevos intereses, también ya me estaba empezando a cansar. Ir a tomar fotos a conciertos implicaba dedicar mucho tiempo a ese trabajo. Empezaba la noche del concierto, luego llegaba a mi casa en la madrugada, continuaba trabajando hasta que me quedaba dormido, luego me despertaba y continuaba trabajando hasta mediodía para publicar la nota o enviar las fotos. Luego descansaba lo que podía el resto del día antes de continuar con mis clases el lunes. Muchas veces no tenía oportunidad de descansar tanto porque también debía entregar tareas o proyectos, y batallaba mucho para recuperarme de la desvelada el resto de la semana. Ese semestre empecé mi tesis, entonces la carga académica era más pesada que antes.
Empecé a tomar más retratos. En primer lugar porque estaba aprendiendo mucho más de iluminación y quería probar cosas nuevas, pero también porque podía hacer esas sesiones de fotos durante el día, y no terminar de trabajar en la madrugada como lo hacía con los conciertos.
Seguí yendo a cubrir eventos…
Y a finales de marzo me tocó cubrir el evento más emocionante y demandante de todos los que llegué a cubrir: Pal’ Norte. Teníamos que llegar a Fundidora alrededor de mediodía para recoger nuestros pases de prensa, y luego me la pasaba tomando fotos y cubriendo ruedas de prensa hasta la madrugada. Más de doce horas de trabajo diarias, tres días seguidos. Me tocó ver a varias bandas que me gustan mucho y en general disfruté bastante toda la experiencia, pero no voy a negar que al mismo tiempo es un trabajo físicamente agotador.
Muy interesante tu trayectoria.
Gracias 🙂
Como siempre muy interesante y entretenido tu trabajo! Disfruto mucho leyendo tu contenido .
Muchas gracias, lo aprecio mucho 🙂