A casi un siglo de su creación, los zines siguen siendo un medio de comunicación que atrae a muchos artistas y personas que buscan compartir sus pasiones. Aunque son relativamente poco conocidos, sus aportaciones los han mantenido relevantes a través del paso de los años.
Si te gusta escribir, dibujar, hacer collages, tomar fotos, o hacer cualquier otra que se pueda publicar en un libro o revista, un zine podría ser el medio perfecto para compartir tus creaciones de forma accesible.
¿Qué es un zine?
Los zines (también conocidos como fanzines) son un tipo de publicación autogestionado que se ha utilizado a lo largo del tiempo como método para compartir información y creaciones artísticas. Son muy diversos, pero tienen algunas características particulares que los definen:
- Son independientes y autogestionados
- Son de bajo tiraje y corta circulación
- Generalmente son creados de forma amateur
- Generalmente son creados con bajo presupuesto y sin fines de lucro
Los contenidos de un zine pueden ir desde la creación literaria, ensayos o entrevistas, hasta ilustraciones, cómics, fotografía, collages, entre muchos otros.
Los zines no suelen crearse con la finalidad de obtener un beneficio económico. La mayoría se venden a un precio accesible para cubrir costos, otras se regalan, y dentro de las comunidades de creadores de zines son populares los trueques. Por esta razón, suelen ser producciones de bajo costo y artesanales. El tiraje y la frecuencia de publicación depende de los recursos de los creadores, por lo que en ocasiones no tienen tanta estructura en esos ámbitos.
La distribución de zines suele ocurrir en redes informales como amistades, colectivos, y espacios artísticos y culturales en los que se organizan eventos como ferias de zines.
Historia y evolución de los zines
1930s
Académicos de la cultura popular y publicación independiente ubican el inicio de los zines en las comunidades de fanáticos de la ciencia ficción a inicios de la década de 1930.
Ellos comenzaron a llamar a estas pequeñas publicaciones “fan magazine” o revista de fanático (para distinguirlos de las revistas profesionales). Más adelante este término se fue acortando a fan-mag (utilizando solo las primeras tres letras de la palabra revista) y después fanzine o zine (tomando las últimas letras de la palabra revista en lugar de las primeras).
1940 – 1960s
Después de la Segunda Guerra Mundial, la música también se convirtió en un tema importante para los zines. En estas comunidades de fanáticos, los zines se convirtieron en un medio para el desarrollo de redes de personas con intereses comunes.
Más adelante, los zines se volvieron populares en el campo de los cómics y la música, pero también comenzaron a politizarse y ser utilizados como medio para la crítica social y política. El entorno conservador de la época hizo que comenzaran a ser considerados un medio radical y desviado.
1970 – 1980s
Los zines se popularizaron más y comenzaron a asociarse con una nueva contracultura, especialmente con su crecimiento dentro de la subcultura punk. Los zines punk fueron muy importantes en la comunicación de comunidades locales de fanáticos, y esto se mezcló con las agendas sociopolíticas de muchos miembros de esta subcultura.
También sirvieron como plataforma de activismo para diferentes grupos. Por ejemplo, en la década de 1980 fue significativa la producción de zines por parte de personas homosexuales con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.
1990s
En esta década fueron importantes los zines Riot Grrrl, que surgieron de la subcultura punk. Con la creciente disponibilidad de la tecnología computacional y del internet, comenzaron nuevas formas de distribución de zines. Este hecho cambió la estética general de estas publicaciones, pero aún así, los zines han preservado su espíritu DIY (hazlo tú mismo) inspirado en sus raíces materiales. Además de esto, el internet se ha convertido en un lugar muy importante para la circulación de zines y la promoción de las ferias de zines.
2000s
Con la popularización del internet de alta velocidad, las personas encontraron nuevos medios para expresarse por medio de plataformas para crear blogs y de redes sociales como MySpace, LiveJournal y, eventualmente, Facebook. Este hecho significó un declive en la popularidad de los zines físicos, pero no su desaparición.
La cultura de los zines
Una de las características principales de los zines es la falta de barreras que existen entre sus creadores y lectores. Esta es una de las características que atraen a muchas personas a este medio, y al ser un producto cultural de nicho, se ha formado una subcultura entre las personas que participan en su creación y lectura. Dentro de este grupo, la independencia y la libertad de expresión son fundamentales. El rechazo de la censura, la economía del trueque y las identidades o estilos de vida “alternativos” o a los márgenes de la sociedad unen a esta subcultura.
Según Stephen Duncombe, los creadores y lectores suelen ser personas que sufren algún tipo de marginación o exclusión, ya sea por formar parte de algún grupo social en situación de vulnerabilidad, o porque sus personalidades son más retraídas y no encajan con la cultura dominante. Para estos grupos, los zines sirven para dar visibilidad a las cosas que los sistemas que provocan su marginación buscan ocultar, y lo hacen abrazando las características que los hacen socialmente rechazados. Por esta razón, la cultura de los zines suele darle valor a los márgenes, a lo extraño, e incluso a la mediocridad, a la vez que da importancia a la subjetividad y a lo personal.
Aunque también hay profesionales que crean zines, la mayoría son amateurs apasionados. Las razones detrás de su creación suelen ser más relacionadas a esta pasión y deseo de comunicar, que a cualquier motivo económico. Cuando se venden, suelen llegar a un punto de equilibrio, pero no mucho más que eso. Los zines que no cumplen con estas características suelen ser criticados.
Por otro lado, a pesar de que algunas partes del proceso de creación de un zine pueden ser similares a las de los productos editoriales de la cultura dominante, los zines están sujetos a una lógica del intercambio y de la ética DIY. Por esta razón, el apoyo mutuo se vuelve muy importante para la supervivencia de estos proyectos.
Tipos de zines
Por lo general, los zines suelen separarse en tipos por la temática de su contenido. Algunas personas incluso sustituyen el prefijo del término fanzine para catalogar los diferentes tipos de zines. Por ejemplo, los zines de fanáticos son fanzines, los zines de carácter personal se llaman perzines, los zines literarios son litzines, etc.
Si bien podría hacerse el intento de enlistar todos los temas que se tratan en estas publicaciones, existen otras maneras de catalogar estas publicaciones. En mi proyecto de tesis, propuse categorizarlos de la siguiente manera:
Categorías por el tipo de publicación al que se parecen más
Zines-revista: Comparten con las revistas tradicionales el hecho de ser publicaciones periódicas que cuentan con una variedad de contenidos creados por una o varias personas. Algunas pueden contener un editorial o incluso la posibilidad de suscribirse.
Zines-libro: Estos zines son publicaciones únicas, que no están planeadas para tener una periodicidad o una secuencia. Pueden ser un solo texto o una colección de varios, que asimismo pueden ser de uno o varios autores.
Zines de artista: Comparten con el libro de artista (también conocido como libro-arte) la libertad en cuanto a formatos y contenidos. A diferencia de los anteriores, estos pueden no tener una secuencia clara de lectura, o en su caso, tienen la posibilidad de lectura multidireccional. Asimismo, estos pueden prescindir completamente del texto escrito y contener únicamente imágenes, o ser un objeto artístico conceptual.
Categorías por el tipo de formato
Formatos de una hoja: Estos están formados por una sola hoja de papel que se dobla, y en algunos casos recorta, para formar la publicación. Uno de los formatos más populares de este tipo es el de ocho páginas. Dentro de esta categoría también se encuentran los zines en acordeón.
Formatos encuadernados: Estos zines están formados por varias hojas unidas con algún método de encuadernado, ya sea grapadas, cosidas, o pegadas.
Formatos de hojas sueltas: Los zines de este tipo pueden ser similares a los formatos encuadernados pero sin que las hojas estén sostenidas juntas. También pueden ser formatos pensados para una lectura multidireccional.
Formatos digitales: Los zines de este tipo son creados o distribuidos digitalmente.
Cómo hacer tu propio zine
De forma general, no existen reglas para hacer un zine. Lo que sigue de aquí son mis recomendaciones, basadas en mi experiencia creando los míos.
Paso 1: Tener una idea clara del proyecto
Para comenzar, define qué es lo que quieres hacer.
- ¿De qué va a tratar tu zine?
- ¿Qué formato va a tener?
- ¿Qué tipo de cosas vas a compartir?
- ¿Cuánto presupuesto tienes?
- ¿Será impreso, digital o ambos?
- ¿Cuántas copias quieres que existan?
Tus respuestas a estas preguntas van a guiar tus decisiones en el resto de los pasos, así que es importante que sepas las implicaciones de cada una de estas cosas. Esto lo iré explicando más adelante.
Paso 2: Producción del contenido
Una de las primeras cosas que tienes que considerar para crear el contenido de tu zine es el formato que tendrá. Por ejemplo, si tendrá un formato de una hoja, esa es una limitación en cuanto a la cantidad de contenido que puedes incluir. En cambio, un zine encuadernado puede incluir más cosas, aunque el costo de impresión será más elevado mientras más páginas tenga. Si vas a hacer un zine digital, puedes añadir la cantidad de páginas que quieras, ya que no involucra un costo más elevado. Sin embargo, más contenido implica un archivo digital más grande, así que piensa en cómo lo vas a distribuir y si esa es una limitación importante. Por ejemplo, si lo quieres enviar por email, sería bueno que pudieras enviar un pdf que no sobrepasara los límites de envío de archivos por ese medio.
La decisión de si será impreso o digital también puede guiar el tipo o las características del contenido que harás. Por ejemplo, si sabes que harás un zine impreso con tus dibujos, pero tu presupuesto solo te da para imprimir a blanco y negro, debes considerar que lo que hagas debe tener suficiente contraste como para verse bien a escala de grises. Por otro lado, si vas a imprimir con risografía, serigrafía, o algún otro método cuyo costo depende de la cantidad de tintas que vas a usar, también es importante tomar eso en cuenta al crear el contenido.
Una vez que conoces esas limitaciones, puedes usar tu creatividad para aprovechar al máximo los recursos que tienes a tu alcance. Los zines no tienen reglas en cuanto al tipo de cosas que puedes o no incluir, y tampoco hay maneras “correctas” o “incorrectas” de hacerlos. Piensa en las diferentes maneras en las que puedes comunicar tu mensaje, y no le tengas miedo a experimentar o probar algo nuevo.
Paso 3: Edición y corrección
Dependiendo del tipo de contenido de tu zine, es posible que requiera una etapa de edición y corrección. Selecciona el material que vas a incluir, revisa lo que hiciste y asegúrate de que estés comunicando lo que quieres y de la manera que quieres. En caso de que tengas varios contenidos, define el orden que van a tener en tu zine. En este proceso, toma en cuenta el formato de tu zine, para asegurarte de que todo quepa y pueda acomodarse de manera adecuada.
Paso 4: Maquetación
Una vez que tienes todo, es momento de acomodarlo en la página. Aquí puedes hacer uso de herramientas físicas o digitales. No te preocupes mucho por cuál es la mejor, usa lo que tienes a tu alcance y sácale el máximo provecho. Aquí te dejo algunas opciones y sus ventajas:
- Tijeras y pegamento: Puedes cortar y pegar el contenido de tu zine de la manera que quieras. Históricamente, el collage ha sido un método popular para acomodar contenido en un zine, y puede producir resultados muy interesantes sin necesidad de una computadora.
- Microsoft Word: Si vas a incluir mayormente texto, puedes usar Word o tu procesador de texto favorito para crear tu zine. Elige el tamaño de papel adecuado y acomoda el contenido como quieras.
- Canva: Esta herramienta gratuita puede ser muy útil si quieres incluir más imágenes o si quieres usar una plantilla para facilitar el proceso de diseño
- Adobe InDesign: Este es el programa estándar en la industria del diseño editorial. Es increíblemente poderoso, pero también es bastante complejo. Si tienes acceso a una licencia, recomiendo aprender a usarlo (es lo que uso yo para crear mis zines), pero es más un lujo que una necesidad para este tipo de publicaciones.
- Affinity Publisher: Si quieres software profesional, pero no quieres que sea de suscripción, puedes conseguir Affinity Publisher en un pago único. Es una alternativa a InDesign, y Affinity también ofrece alternativas a otras aplicaciones de Adobe como Photoshop e Illustrator.
Al diseñar tu zine, es muy importante tener en cuenta el formato que va a tener. El tamaño del papel, el tipo de impresión y el método de encuadernación son factores clave que debes considerar para saber cómo acomodar el contenido.
- ¿De qué tamaño es el papel o la pantalla en la que se va a ver el zine?
- ¿Cuáles son las características del método de encuadernación que vas a usar?
- De esto dependerá el margen que debes dejar para que todo tu contenido quede visible.
- ¿Vas a cortar el papel o lo dejarás en su tamaño original?
- De esto depende si el diseño puede ir sangrado (con la impresión hasta la orilla del papel) o si debes dejar un espacio para que la impresora no recorte las orillas de tu contenido.
Nota: Los pasos 2-4 pueden hacerse al mismo tiempo. Es decir, puedes tomar tu papel y empezar a crear y acomodar el contenido directamente sobre él. Al final puedes tomar lo que hiciste y sacarle copias para distribuirlo. O incluso puedes quedarte solo con la versión original.
Paso 5: Producción
Ahora lo que sigue es imprimir y encuadernar tu zine. Si vas a hacer tu zine de manera completamente análoga, agrega el contenido antes de encuadernarlo, de esta manera podrás sacarle copias para distribuirlo más fácil. En caso de que lo hayas creado digitalmente, prepara tus archivos y ve a tu imprenta favorita o utiliza tu impresora casera (en caso de que tengas una).
Elige el papel que vas a utilizar dependiendo del acabado que quieras y el presupuesto que tengas. Al elegir el papel, hay varios factores clave que debes considerar:
- Tipos de papel:
- Bond: este es el que probablemente imaginas cuando piensas en papel para imprimir. Es el más común y es muy versátil.
- Opalina: es un papel más especializado con mejores acabados, resistencia y durabilidad. Suele venderse en gramajes más altos que el papel bond y también hay versiones texturizadas.
- Couché: Este papel tiene un recubrimiento que le da muy buena calidad a la impresión. Puede tener un acabado brillante o mate.
- Gramaje: Qué tan pesado es el papel. Esto se mide en gramos por metro cuadrado (g/m2). El gramaje más común para papel bond es 75g/m2. Por lo general, mientras más alto sea ese número, más grueso será el papel.
- Blancura/Brillo: Para el papel blanco, existen diferentes variaciones en cuanto a la cantidad de luz que reflejan. Estos se miden en ISO (brillo) y CIE (blancura). Mientras más altos sean los números de estas mediciones, más brillante y blanco será el papel.
- Tono: Incluso dentro del papel blanco, hay variaciones de qué tan azul o amarillento es el papel. Esto depende más del gusto, puede que prefieras un papel de color más cremoso o preferir un blanco más frío. También puedes utilizar papel de colores. En este caso es importante tomar en cuenta el contraste que habrá entre la tinta y el color del papel. Si el color del papel es muy oscuro, la tinta negra será menos legible.
- Acidez: Diferentes tipos de papel tienen diferentes grados de acidez. Esto quiere decir que con el tiempo, algunos papeles se vuelven más amarillentos que otros. Si quieres que tu zine dure mucho tiempo, especialmente si es un zine de artista que quieres que se pueda conservar, puede ser bueno buscar papel libre de ácido.
Puedes encontrar más información sobre las características del papel aquí.
Impresión
Es importante también tomar en cuenta el método de impresión que vayas a utilizar:
- Inyección de tinta (Inkjet): Coloca gotas de tinta líquida sobre el papel.
- Láser: Utiliza un láser para colocar tóner sobre el papel usando las cargas eléctricas de los materiales (por electrostática). Esto después se sella al papel usando calor.
- Serigrafía: Se transfiere tinta a través de una malla. El paso de la tinta se bloquea en las áreas que no se van a imprimir mediante una emulsión.
- Risografía: Es un sistema de impresión fabricado por la empresa Japonesa Riso Kagaku Corporation. Es similar a la serigrafía en el sentido de que la tinta se transfiere a través de una película perforada, pero esto se hace con una duplicadora digital.
- Impresión de alto/bajo relieve: Se coloca tinta sobre una superficie con secciones altas o bajas para después pasar la tinta al papel utilizando presión. Un ejemplo de impresión de alto relieve es un sello, y uno de bajo relieve podría ser un grabado a punta seca.
Las características de cada método de impresión pueden requerir diferentes características de papel para que funcione de la manera más adecuada. Por ejemplo, para la impresión Inkjet es importante que el papel pueda absorber la tinta sin que se expanda o se modifiquen los colores.
Encuadernación
Hay muchas maneras en las que podrías encuadernar un zine. Puedes usar aguja e hilo, grapas, pegamento, broches para archivo, y cualquier otra forma que se te ocurra de mantener hojas unidas. Igual que con todo lo anterior, la mejor depende de tu presupuesto y las características de tu proyecto.
Una de las cosas importantes a tomar en cuenta en este punto es si vas a encuadernar hojas sueltas o un folleto de hojas dobladas por la mitad. Encuadernar folletos con hilo o grapas puede ser algo accesible y sencillo, pero generalmente funcionan mejor para proyectos de menor grosor (esto puede ser pocas hojas gruesas o muchas hojas delgadas y flexibles). Existen métodos de encuadernación cosidos que permiten unir varios folletos (llamados cuadernillos) en un solo volumen. Un ejemplo es la encuadernación francesa. Estos métodos son más elaborados, así que pueden complicar la producción de un tiraje más grande.
Encuadernar hojas sueltas con pegamento, encuadernación japonesa o broches, por ejemplo, permite encuadernar proyectos extensos de manera sencilla, pero no pueden abrirse completamente de forma plana y requieren un margen amplio en la parte donde irá encuadernado.
Encuadernación de folletos
- Grapas: Esta es una de las formas más sencillas de encuadernar un folleto. Dependiendo del tamaño del papel, puede ser necesaria una grapadora de brazo largo. Una alternativa a esto puede ser grapar sobre un borrador y luego doblar los brazos de la grapa manualmente.
- Cosido: La costura a caballete es muy sencilla y puede dar muy buenos resultados. Tiene la ventaja de que puedes usar hilos de colores para darle un toque personalizado a tu zine.
Nota: Si tu zine será un folleto, es importante que lo imprimas compaginado. Esto significa que las páginas estarán acomodadas en el orden necesario para que, al doblar las hojas, queden en el orden correcto. Puedes hacer esto utilizando la opción imprimir como folleto. Es importante que diseñes por página en lugar de por pliego. Asegúrate de que el tamaño de la página que estás diseñando sea del tamaño de la hoja ya doblada (por ejemplo media hoja carta, en lugar de carta).
También es importante tomar en cuenta que cada hoja doblada es igual a cuatro páginas del folleto, así que asegúrate de que la cantidad de páginas de tu documento sea un múltiplo de cuatro.
Encuadernación de hojas sueltas
- Encuadernación japonesa: Esta es una forma sencilla de unir hojas sueltas, la costura queda expuesta y puede ser un elemento de decoración del zine. La desventaja es que solo se abre parcialmente, así que hay que dejar un margen amplio en el borde que irá encuadernado.
- Broches para archivo: Esta es una forma sencilla y práctica de unir hojas sueltas, solo necesitas una perforadora y broches metálicos. Su desventaja, al igual que la encuadernación japonesa, es que solo permite una apertura parcial.
- Encuadernación perfecta: Este método usa pegamento para unir hojas sueltas. Funciona mejor cuando se unen más hojas y es muy importante que estén presionadas juntas para que funcione correctamente. Dependiendo del pegamento y la técnica, puede ser menos duradero. Al igual que los métodos anteriores, solo se abre parcialmente, y es necesario tomar eso en cuenta eso al diseñar el zine.
Paso 6: Distribución
Una vez que ya tienes tu zine listo, es hora de distribuir. Decide cuál será el precio de tu zine en caso de que quieras venderlo, o en su caso, si lo quieres regalar o intercambiar por alguna otra cosa.
Si tu zine es impreso, puedes participar en eventos y ferias de zines locales, acercarte a una librería independiente local o algún otro espacio que pueda vender tus zines, distribuir entre tus amigos, entre otras opciones. Si quieres distribuir tu zine de forma gratuita, también podrías considerar volantearlos o dejarlos en espacios donde personas se los podrían encontrar.
Para distribuir un zine digital, puedes publicarlo en alguna plataforma como issuu.com, distribuir el archivo directamente mediante mensajes o correo, subirlo a un sitio web, imprimir un código QR y pegarlo por la ciudad, venderlo en Etsy, entre muchas otras opciones.
Conclusión
Crear un zine es una manera fácil y divertida de compartir tus ideas y creaciones con otros. Son un medio libre de censura y con mucha libertad creativa, así que haz lo que tú quieras y de la manera que quieras. Aunque estas son mis recomendaciones para crear un proyecto, siéntete libre de tomar lo que te sirva y dejar lo demás. Aquí no existen las reglas.
Si algo de esto te ayudó o tienes alguna duda, puedes dejar un comentario 🙂
