Romper el impulso

Romper el impulso

Probablemente conozcas esta historia: en un momento de tranquilidad surge una inquietud, un rechazo hacia la falta de estímulo. Un impulso. Agarras tu celular, y como por inercia, lo desbloqueas y abres en automático tu aplicación de preferencia. Juras que estarás ahí solo un momento, pero en lo que menos piensas ya estuviste ahí más de media hora.

Esto no es un accidente.

Una de mis motivaciones principales para abandonar las redes por completo ha sido el querer escapar de este ciclo. Ver la cantidad de tiempo que pasaba en las plataformas y sentir que los beneficios no superaban las desventajas.

Al no tener redes sociales en mi celular, puedo usar el tiempo que antes les dedicaba para hacer otras cosas que me llenan más. El problema es que aunque sí lo he logrado hasta cierto nivel, sigue habiendo rastros de mis hábitos anteriores.

Con menos distracciones, se ha vuelto más visible la manera en la que agarro mi celular para llenar el vacío. Desbloquear el celular en automático y enfrentarme a la ausencia de cosas que me ofrezcan el entretenimiento que busco hace que tome una pausa y me dé cuenta de ese hábito. Hay veces que solo me quedo ahí unos segundos viendo mi pantalla de inicio, sin encontrar alguna aplicación que sea lo suficientemente atractiva.

Mi mente busca algo comoquiera, lo que sea. El celular se había convertido en sinónimo de la eliminación del aburrimiento. El acto de agarrarlo en momentos muertos se convirtió en una costumbre difícil de renunciar.

En esa búsqueda de algo para llenar el vacío fui encontrando alternativas. Es impresionante lo rápido que fue construir el hábito de entrar a YouTube a través de Safari y estar un rato viendo lo que sea para pasar el tiempo. Al final decidí entrar a los controles parentales y bloquear el sitio por completo.

En los últimos meses lo que mejor ha reemplazado mi hábito de Instagram de forma más sana ha sido Feedly. Ahora, en lugar de tener un feed infinito de publicaciones e historias, tengo una lista limitada de publicaciones que me interesan en orden cronológico y sin anuncios. Esas lecturas han inspirado en varias ocasiones las ideas que después desarrollo y publico aquí.

Si bien me he dado tiempo para crear más cosas, para escribir más, trabajar en la siguiente edición de Fractura y encontrar nuevas formas de crear y compartir lo que hago, me di cuenta de que terminar de romper mis hábitos digitales será un proceso que tomará más tiempo. Sigo descubriendo cuál es el rol que quiero que tenga la tecnología en mi vida, cuál es la relación que quiero tener con mi celular, y en general con fuentes de información en línea.

Lo más importante ha sido enfrentarme de cara con un problema que sé que he tenido desde hace mucho tiempo.

Horror Vacui 2

Horror Vacui

El término Horror Vacui se utiliza en crítica de arte para hablar de…

Quiero comenzar a sentirme más cómodo con el silencio: con la quietud de no hacer nada y no tener nada particular en mente. Quiero poder aburrirme sin agarrar inmediatamente lo que tenga más a mi alcance para llenar ese vacío —y no solo me refiero a mi celular y a las redes sociales. Aunque ha sido una meta que he tenido por mucho tiempo, en la práctica es mucho más difícil. Siempre tengo algo a la mano que ofrece entretenerme y es difícil dejar pasar la oportunidad.

El primer paso fue cambiar mis hábitos de consumo para priorizar las cosas que me nutren más, pero ahora reconozco que ese no es el único problema que quiero resolver. Sigo pensando en qué medidas quiero tomar para lograr lo que quiero. Tal vez elimine más aplicaciones de mi celular, reconociendo que puedo obtener la misma información en mi computadora de manera más moderada. Tal vez continúe bloqueando sitios con los controles parentales o restringiendo aún más mis notificaciones.

Parte importante de esto es que no solo quiero reemplazar mi tiempo en redes con otras actividades, sino reemplazar ese tiempo con la nada; con la tranquilidad del silencio, y posiblemente con el aburrimiento. Quiero aprovechar esa oportunidad para estar en mayor sintonía con mis sentidos, para prestarle atención a las sensaciones que produce una comida en lugar de buscar algo para entretenerme mientras como. Quiero observar mi entorno y ponerle atención a las personas que están a mi alrededor, en lugar de ver mi celular para escapar la incomodidad de no tener nada que hacer y a nadie con quién hablar. Quiero dejar que mi mente vaya a lugares inesperados en esos momentos de aburrimiento profundo, que también considero momentos de gran creatividad.

Sé que este será un proceso que tomará tiempo, y que probablemente tenga mis recaídas, pero está bien. Será un camino que tomo porque me acerca a mi cuerpo, mi mente y mi entorno. Y eso me ayuda a mí y también a mi arte.


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