Buscando a mis tocayos virtuales

Al iniciar una vida digital, una de las primeras cosas que debes hacer es nombrarte. Las opciones parecen ser infinitas: puedes usar tu propio nombre, o también puedes usar un apodo o seudónimo. Al escribir una variación de mi nombre por quinta vez en el espacio para asignar mi usuario, reconozco por fin el hecho de que hay más de siete mil millones de personas en el mundo, y muchas se llaman igual que yo.

“Este nombre de usuario ya está en uso. Elige otro.”

Esa es la verdadera razón por la que mis usuarios y el dominio de este sitio incluyen la “M” de mi segundo apellido. Es un detalle fácil de olvidar, pero las variaciones que no la incluían ya no estaban disponibles. Para cada uno de esos intentos fallidos existe un David Salinas en el mundo que también tiene un perfil o una página. Me ganó la curiosidad y me puse a buscar las páginas y los perfiles que yo ya no pude usar.

Honestamente, me decepcioné un poco al enfrentarme con páginas vacías. La primera vez que busqué mi dominio ideal (que ya no estaba disponible), encontré una página con una de las plantillas por defecto de WordPress: Twenty Twenty-Three. La página existía, se podía ver, pero no tenía nada de contenido. Hace poco quise entrar a ver si ya estaba actualizada, pero lo único que apareció fue un error del SSL de Cloudflare.

Error de SSL handshake del sitio de otro David Salinas
David Salinas, arregla tu página por favor

Mi siguiente opción aparecía completamente en blanco. La otra era un error 404.

Después de eso me dio curiosidad ver qué otros David Salinas existen y qué hacen. Busqué en Adobe Portfolio (donde tenía anteriormente mi portafolio de fotografía, y donde encontré accidentalmente la página de otro David Salinas queriendo entrar a la mía), en Instagram, LinkedIn, y en internet.

Sucedió algo similar cuando vi que los perfiles de Instagram no tenían publicaciones, pero me sorprendió ver la cantidad de David Salinas que existen en LinkedIn. Tan solo en el área metropolitana de Monterrey encontré por lo menos diez, algunos de ellos con un segundo apellido que también empieza con M. También había otros David Salinas estadounidenses, españoles, chilenos y de otras nacionalidades.

Los David Salinas somos muy diversos: encontré artistas visuales, pastores cristianos, arquitectos, psicólogos, abogados, entrenadores, músicos, periodistas, jugadores de fútbol, economistas, académicos, actores, doctores, profesionales de TI, de relaciones comerciales, incluso un estafador. No hay una sola forma de ser David Salinas, ni siquiera de ser David Salinas M.

Es interesante saber que existen muchas personas con el mismo nombre que yo. No solo conceptualmente, sino encontrar algo de información sobre quiénes son, de dónde son, qué hacen, e incluso cómo se ven. Probablemente nunca los vaya a conocer, y quizá no tenga nada en común con la mayoría, a excepción de que compartimos el mismo nombre. A pesar de esto, sigo sintiendo que esa coincidencia nos une de alguna manera. No puedo evitar sentir algún tipo de afinidad con ellos, similar a la de algún familiar muy lejano al que no conoces realmente. Algunos de ellos parecen ser el tipo de persona que quisiera conocer, otros no tanto, pero igual nuestro nombre nos une.

Hablando de nuestra presencia en línea, es muy fácil que otras personas encuentren la información de uno buscando la del otro. En un momento pasamos de familiares lejanos a rivales en la competencia por quién será el David Salinas que las personas encuentran, el representante de nuestro nombre a nivel internacional.

Hice pruebas en diferentes buscadores, y cada uno me mostró diferentes páginas como resultado número uno. Cada buscador tiene a su propio David Salinas supremo. Dos de los buscadores me mostraron abogados como primer resultado (eran dos abogados diferentes), otros me mostraron diferentes perfiles de LinkedIn y uno me mostró una noticia de un David Salinas regiomontano al que expulsaron de una banda por acusaciones de abuso sexual. Claramente ese buscador no hizo una buena selección de David Salinas representante de todos los David Salinas.

Ahora mi historial de búsqueda podría pintarme como una persona vanidosa que solo se busca a sí misma en internet, pero prometo que en realidad estaba buscando a otras personas. Cada búsqueda era un intento de encontrar a alguien que no había aparecido antes. Finalmente, encontré la tesis de doctorado de un ingeniero peruano que tiene exactamente el mismo nombre que yo.

Después de buscar este nombre tantas veces, pensé en Platón. Él pensaba que además de lo que percibimos con nuestros sentidos, existen realidades abstractas o conceptos que son inmutables y representan la esencia de las cosas. Para él, lo que nosotros percibimos con nuestros sentidos son solo copias imperfectas de esas formas ideales. Unidos por un mismo nombre y reunidos bajo una misma búsqueda, comencé a preguntarme cuál sería la forma ideal, el concepto de David Salinas. Pasé de buscar el nombre para encontrar a una persona, a buscar el nombre como lo haces cuando buscas una definición. Tal vez, detrás de todas nuestras diferencias superficiales, hay una esencia común que nos une. Tal vez, al buscar nuestro nombre, lo que encuentro realmente es una serie de pistas de lo que somos, en esencia, todos nosotros juntos. Tal vez, al final, sí me estaba buscando a mí.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *