A pesar de su nombre, las redes sociales no son necesariamente un lugar para socializar. Muchas veces lo que terminan siendo es una fuente de información y entretenimiento. Las plataformas se han convertido en la forma default de compartir y encontrar cosas en internet, dando la ilusión de ser necesarias para estar informados sobre nuestras familias, amigos, y el mundo en general.
Con los incentivos de las redes, es fácil dejar de cuestionarse quiénes son las personas a las que seguimos y si es siquiera sano estar al tanto de la vida de alguien a quien solo viste una vez hace más de cinco años. Creo que en este sentido es más preciso el término en inglés: social media. Porque, si bien las plataformas tienen ciertas bases en las conexiones que existen entre sus usuarios, pienso que llamarlas redes sociales minimiza su factor mediático.
En este sentido, las redes sociales son más bien instrumentos de centralización mediática. Vamos a las redes para enterarnos de lo que desayunó un compañero de clases de la primaria, de lo que sucede en una guerra del otro lado del mundo, de lo que pasa en nuestra ciudad, de lo que dijo algún político o celebridad… Todo en un solo lugar, y todo a través de imágenes, videos y textos cortos. Esta centralización les ayuda a las plataformas a vender anuncios y hacer dinero sin ser responsables realmente de la información que contienen.
Por esta razón, salirse de redes sociales sin perderse de sus mayores beneficios implica una descentralización de nuestras fuentes de información. Con esto me refiero a que en lugar de ir a un solo lugar para enterarse de todo, hay que tener fuentes diversas. El simple hecho de que esto requiera un esfuerzo sirve también como un filtro. En un entorno en el que parece haber no una falta sino un exceso de información, este ejercicio puede empujarte a cuestionar qué es lo que realmente importa y a encontrar la manera de seguir estando al tanto de eso.
Llamadas, mensajes y reuniones
Desde la primera vez que eliminé todas mis cuentas de redes sociales, he hablado sobre mi experiencia con otras personas que tienen sus propios conflictos con su uso de las plataformas. Una de las principales objeciones que he escuchado a eliminar las cuentas por completo es que ese es el medio que utilizan para estar en contacto con sus amistades. En su momento yo dudé por lo mismo. Sentía que no estar en redes significaba que de alguna manera me estaba separando de personas a las que quiero. El tiempo y la experiencia me fueron diciendo que eso en realidad era una ilusión.
Estar al tanto de las publicaciones de otras personas puede dar la impresión de conexión, incluso cuando la interacción no va más allá de un like. Recuerdo que uno de mis primeros pasos para tratar de reducir el tiempo que pasaba en redes fue dejar de seguir a todas las cuentas que no fueran de mis amistades más cercanas. Lo hice en un momento en el que esto significaba que mi feed estaría más vacío, no como ahora que se llena de igual forma con recomendaciones algorítmicas.
Después de algunos meses de esto, comencé a darme cuenta de que lo que estaba viendo era muy diferente a la realidad. Veía las publicaciones de mis amigos y pensaba tener una idea general de lo que pasaba en sus vidas, pero luego cuando me reunía con ellos en persona, me daba cuenta de que esa información estaba muy sesgada e incompleta. Y es que claro, no publicamos todo lo que nos pasa1, y muchas veces lo que dejamos fuera en ese proceso es lo más importante.
Encontré que siempre he tenido mejores maneras de saber cómo están mis amigos, y es hablando con ellos directamente. Ya sea a través de llamadas, mensajes, o reuniones en persona, las conversaciones directas siempre me dejan en un mejor estado de ánimo que solo ver historias y responder con cualquier cosa. Este fue el factor decisivo para darme cuenta de que los beneficios no superaban las desventajas de las plataformas.
Es verdad que hacer esto requiere más tiempo y esfuerzo que simplemente entrar a una aplicación, pero creo que en ese proceso puedes darte cuenta de las personas que realmente son importantes para ti y tener una conexión mucho más profunda con ellas.
RSS
Otra de las maneras que he encontrado para estar al tanto de noticias, publicaciones de revistas y otras páginas es el RSS. Esta es una tecnología muy útil que parece estar cada vez más en desuso. En resumen, es un archivo con los datos del contenido de un sitio en internet. Este archivo funciona como un sistema de distribución que permite estar al tanto de las nuevas publicaciones de cualquier página que cuente con un feed. A través de un lector de RSS (yo uso Feedly), puedes ver las actualizaciones de los sitios que quieras en un solo lugar.
La razón por la que me gusta usarlo es que todas las actualizaciones llegan automáticamente, sin anuncios, cronológicamente, de manera gratuita, abierta y fácil de usar. El RSS es una manera directa e inmediata de ver publicaciones. No hay ningún intermediario que pueda decidir qué le llega a quién y cuándo. El hecho de que sea una tecnología abierta significa que no dependes de que alguna empresa mantenga su plataforma, puedes simplemente cambiar de lector. Es como la radio, en el sentido de que no necesitas que tu radio sea de cierta marca para poder sintonizar tu estación favorita. Además, hay muchas maneras de organizar las páginas a las que sigues y guardar lo que más te gusta para después.
De hecho, probablemente ya usas RSS sin saberlo: es la manera en la que escuchamos podcasts. Si bien algunas plataformas han conseguido contratos de exclusividad con algunos programas, la mayoría de los podcasts se pueden escuchar en muchos lugares diferentes a través de RSS.
Si quieres seguir esta página sin suscribirte para no recibir correos lo puedes hacer con un lector de RSS, solo tienes que buscar el URL (davidsalinasm.com).
El email es otra de esas tecnologías abiertas que a veces damos por sentado. He usado el correo para suscribirme a cosas que me interesan, y también para mantener una comunicación directa con las personas interesadas en lo que hago aquí. Al igual que el RSS, el correo no tiene mediación algorítmica, entonces recibo todo lo que quiero recibir, y puedo controlar si quiero empezar o dejar de recibir ciertos correos.
Si quieres recibir correos con las novedades de este blog y otros proyectos, puedes suscribirte aquí:
Ágora
Por último, pensé que una de las cosas que extrañaría de las redes iba a ser el enterarme de eventos culturales. Antes no sabía dónde más buscar o encontrar eventos como lo hacía ahí. Hablando de esto con una amiga, me recomendó entrar a un grupo de WhatsApp que se llama Ágora, donde cada lunes mandan una agenda con los eventos culturales que hay en Monterrey esa semana. Además, es un grupo en el que las personas pueden participar y proponer sus propios eventos, hacer avisos, entre otras cosas (siempre y cuando cumplan con las reglas del grupo).
Estando ahí me he enterado de eventos que de otra manera no hubiera conocido, y he visto que cada vez entran más personas que conozco que son artistas y pueden promover sus eventos ahí como lo harían también en redes. Lo he disfrutado, y si vives en Monterrey lo recomiendo bastante.
Puedes entrar al grupo haciendo clic aquí:
Esta combinación me ha dado todo lo que necesito de información de manera regular, y también de una forma mucho más sana. Ninguna de las herramientas que estoy usando está diseñada para mantener mi atención y mostrarme publicidad, por lo que no consumen mucho de mi tiempo, y también me dan mucho más control sobre la información que recibo y la que no.
Entre las nuevas formas que estoy encontrando para compartir mi trabajo y las fuentes de información que tengo ahora, me siento cada vez más independiente de las plataformas. Con todo y esto, a veces sigo teniendo el impulso de entrar a alguna parte para ver qué hay, de la misma manera en la que lo hacía al entrar a redes. Este impulso lo he reemplazado con la lectura de ensayos y artículos que tengo en mi lector de RSS, que me da algo más enriquecedor que lo que encontraría en Instagram y tiene una cantidad limitada de cosas para mostrarme. Mi meta ahora es hacer que ese impulso vaya desapareciendo.
- Creo que esto es algo bueno, por cierto. Yo no abogo por compartir más para evitar engañar por omisión, sino por mantenernos conscientes siempre de que lo que vemos no es la historia completa. ↩︎