La primera vez que conseguí un zine fue en un festival de arte callejero por allá de 2018. Estaba en la preparatoria, y aunque sabía de la existencia de los zines por lo que había visto en internet, nunca había visto uno en la vida real.
Los zines (también conocidos como fanzines) son un medio de comunicación independiente caracterizado por su accesibilidad y espíritu libre. Generalmente son creados de forma artesanal, con bajo presupuesto y sin fines de lucro. Surgieron en la década de 1930 en comunidades de aficionados de la ciencia ficción, que comenzaron sus propias revistas de fanáticos para compartir ese interés con personas afines. Con el paso del tiempo, los zines fueron utilizados por diferentes grupos y subculturas como medio de comunicación, con fines que van desde la expresión personal al activismo político.
Recuerdo que estaba lloviendo. Ese día llegué al Centro de las Artes con entusiasmo, porque al fin había encontrado un evento local de venta de zines. Cuando llegué me decepcioné un poco, porque más que una feria como las que había visto que existen en otras partes del mundo, era una sola mesa llena de zines y una sola persona que los estaba vendiendo todos. Aún así, fue muy bello ver y hojear lo que había. Encontré un zine en particular que me gustó mucho y que decidí comprar. Al día de hoy no sé quién lo hizo ni de dónde es, pero es muy especial para mí.
Años después, fui por primera vez a una feria de zines que sí era como las que había visto, con varias personas detrás de mesas llenas de sus creaciones. Conocí a varios artistas, escritores e impresores, sin saber que años después estaría a un lado de ellos con mi propia mesa.
A pesar de tener casi cien años de historia, los zines siguen siendo desconocidos por la mayoría de las personas. Son un medio que se mueve en los márgenes, pero las personas a las que les gustan suelen tener un gran amor por los zines como medio de comunicación. Según los sociólogos Ash Watson y Andy Bennett, existen cuatro razones detrás de este amor por los zines: su ética DIY, su posicionamiento anti-mainstream, su intimidad y su intensidad.
La ética DIY de los zines
Los zines son un medio de aficionados. Se distinguen de los medios de comunicación más tradicionales y comerciales por su ética DIY (hazlo tú mismo, por sus siglas en inglés). Esto quiere decir que las personas los hacen con las habilidades y herramientas que tienen a su alcance, en lugar de las que se obtienen con una educación formal o medios profesionales.
En las comunidades de creadores de zines hay mucho énfasis en que cualquiera puede crear uno. A diferencia de los medios tradicionales, que tienen muchos filtros que se deben pasar para publicar algo, aquí basta con una sola hoja de papel, un lápiz y unas tijeras para hacer algo que después puedes copiar (o no) y compartir con quien quieras.
Esta participación con medios informales se presta a una estética particular. Los materiales suelen ser baratos y los acabados suelen tener las imperfecciones típicas de un producto hecho a mano. Estas características pueden hacer que un lector se convierta más fácilmente en creador, ya que queda visible la facilidad con la que puede crearse uno con pocos recursos o conocimiento técnico.
Esta práctica amateur y accesibilidad de los zines son características particularmente atractivas e importantes para personas o comunidades que han sido marginadas. La creación de zines puede abrir la puerta a pensar y comunicar sin censura, lo cual puede ser muy útil para la expresión personal, pero también para el activismo.
Los zines como medio anti-mainstream
La percepción de los zines como un medio contracultural y anti-mainstream viene de la historia del medio dentro de la subcultura punk. Esta subcultura que nace del punk-rock se caracteriza por su espíritu rebelde, contracultural y DIY. Las características de los zines se alinearon muy bien con los valores de este grupo, así que los zines se volvieron muy populares dentro del punk en las décadas de 1970–1990.
Más allá de eso —aunque tal vez de manera menos explícita— los zines siempre han existido en contraposición de los medios tradicionales. Independientemente de su contenido o si son abiertamente contraculturales en lo que comparten, los zines siguen resistiéndose a las motivaciones económicas y medidas de éxito con las que se rigen los medios masivos. Por esto son populares los trueques de zines.
La intimidad de los zines
Tomando en cuenta que los zines son creados de forma amateur, artesanal y con un tiraje pequeño, no es sorprendente que su contenido suela ser más personal. Además, por lo general uno consigue zines directamente de la persona que los creó, o de alguien más que disfruta del medio. Todo esto hace que crear o leer un zine se sienta mucho más cercano o íntimo. Por otro lado, los zines suelen ser pequeños y frágiles, así que el cuidado que se debe tener al sostenerlos y leerlos para no dañarlos también puede añadir a la sensación de intimidad.
La intensidad de los zines
Además de la intimidad, los zines tienen una característica que Watson y Bennett describen como intensidad. Esto se refiere al hecho de que los zines suelen tener contenido muy específico y focalizado. Al ser un producto íntimo, las temáticas suelen ser muy específicas a los intereses y el punto de vista de sus creadores. Son proyectos creados por personas apasionadas con el objetivo de expresarse. Hacerlos requiere tiempo, cuidado, y en ocasiones un trabajo de condensación para que la información quepa en un formato pequeño.
Conclusión
Los zines son un medio de comunicación que, aunque poco conocido, ofrece una conexión profunda entre creadores y lectores. A través de ellos podemos mirar a una persona de una forma íntima: ver lo que le interesa, observar cómo se asoma en los detalles su forma de ser y de ver el mundo, manejar con cuidado algo que hizo con mucho cuidado y ser de las pocas personas en el mundo que lo verán.
Viendo mi propia colección, todas estas características son muy presentes. Cada zine refleja de alguna manera a la persona que lo hizo, puedo ver qué materiales usaron y cómo los unieron, puedo ver el trabajo detrás de cada corte y cada grapa, de cada palabra o dibujo en la página. No sé cuántas copias existen de cada uno, pero puedo ver el valor de un zine y sentirme como uno de los pocos privilegiados que podrán tenerlo en sus manos.
No colecciono muchas cosas, pero estas razones me hacen apreciar mucho todos los zines que he comprado de manos de artistas locales.
Referencias:
Watson, A., & Bennett, A. (2022). Why Do People Read Zines? Meaning, Materiality and Cultures of Reading. En The Cultural Sociology of Reading: The Meanings of Reading and Books Across the World. Springer International Publishing. https://doi.org/10.1007/978-3-031-13227-8
Yo no conocía los zines y de verdad son muy especiales